miércoles, 16 de marzo de 2011

Sin reposo

Las noticias, al igual que el tiempo, vuelan.
Parece que se nos haya olvidado ya esa gran "revolución árabe" llevada a cabo en Túnez y Egipto. Incluso Libia ha pasado ya a un segundo plano (¿será por eso por lo que Gadafi está recuperando los territorios anteriormente perdidos?). La posible catástrofe nuclear (y no tanto la ocasionada por el tsunami) ocupan el tiempo de los debates y tertulias, y el espacio de periódicos y telediarios.
Parece que ya no nos acordamos de esa auditoría interna del FMI, según la cual no se previó la crisis económica que estamos viviendo, debido a presiones políticas y batallas internas (incluso Zapatero excusó a Rato, director gerente del FMI entre los años 2004 y 2007, de esa falta de previsión, alegando que le podía haber pasado a cualquiera).
Tampoco nos acordamos de esa nube de contaminación que invadió Madrid y Barcelona hace tan sólo un mes, contaminación que se fue gracias a la lluvia y el viento, ya que comentarios como los de Gallardón, alcalde de Madrid, acusando al gobierno de ser el responsable al favorecer fiscalmente a los vehículos diésel, o los de Ana Botella, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, diciendo que el paro asfixia más que la contaminación, no sirvieron de mucho para que esa nube que cegaba Madrid desapareciera poco a poco.
Incluso se ha dejado de hablar de los 110 km por hora, esa medida que se tomó bajo la excusa del ahorro energético (¿acaso sólo debemos acordarnos del ahorro en momentos de crisis? ¿no debería ser el ahorro energético uno de los prinicipios que debieran regir nuestras acciones de cada día?).
Supongo que como yo, muchos otros ciudadanos echan de menos un poco de reposo a la hora de asimilar y analizar determinadas noticias que nos rodean. Siento que se analiza a impulsos, como si estuviera relacionado con la moda: esto es lo que toca, esto es lo que se lleva, de esto es de lo que se habla; y mañana ya veremos...
Si afortunadamente no ocurre ninguna catástrofe nuclear en Japón, ¿cuántos días pasarán para que se deje de hablar de nuevo sobre la seguridad de la energía nuclear y, por supuesto, sobre su posible continuidad? ¿Cuánto tiempo tardará Angela Merkel en reabrir las centrales nucleares?
¿No deberíamos reflexionar con más reposo sobre aspectos tan importantes?