domingo, 30 de septiembre de 2007

Recomendamos: Burdeos

El centralismo en Francia tiene una envergadura mucho mayor que el que se dice que existe en España, ya que asociar Francia a París de manera unívoca es de lo más habitual. No sólo es una opinión personal; he conocido a varios franceses (no parisinos, por supuesto) que se quejan del escaso reclamo turístico que existe por parte de otras ciudades francesas.
Este verano he descubierto Burdeos, y ha sido un descubrimiento en sentido literal. El único referente que tenía de esta ciudad era que había sido el escenario de la muerte de Goya (recordaba la película "Goya en Burdeos" y el cuadro "La lechera de Burdeos"; nada más). Y entonces me encuentro con una ciudad que celebra su reciente nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco; una ciudad con un casco antiguo que no se reduce a unas pocas calles; una ciudad con un paseo junto al caudaloso río Garona que no recuerda en nada al del Sena, en París (no es tan romántico ni parece estar todo tan en su sitio, pero parece ser más auténtico; más de verdad); y sobre todo una ciudad con un equilibrio pocas veces conseguido: una tranquilidad que emana de la existencia de un número muy elevado de calles peatonales y donde la bicicleta se impone como medio de transporte, pero donde el bullicio y la vida en la calle recuerda en cierto modo a lo que tenemos en España.
Como me pasó a mí, supongo que muchos de vosotros primero tendréis que coger un mapa y localizar esta ciudad medio desconocida. Una vez que la situéis, os merecerá la pena dar un paseo por ella. Seguro que no defrauda.

jueves, 27 de septiembre de 2007

Presupuestos

La semana pasada el Congreso aprobó sus presupuestos para el próximo año y, aparte de una subida de sueldo de un 3,5%(porcentaje superior al IPC y del que no disfrutaremos la mayoría de los trabajadores) y de una indemnización de una mensualidad por cada año de permanencia en el asiento de diputado, en el caso de no ser reelegidos en las próximas elecciones (debe de ser para paliar los problemas de reinserción laboral de sus señorías), me sorprende el gasto estimado de agua, que alcanza los 49.000 euros (lo siento, con estas cantidades tengo que recuperar las pesetas: más de 8 millones).
Con las cifras que se manejan ahora mismo en la administración (basta con poner atención a los presupuestos destinados para cualquier carretera, la permanencia de nuestros soldados en Afganistán, la reparación de la T-4 o el trazado de una línea de Alta Velocidad), ésta puede parecer una cantidad ridícula, pero nada más lejos de la realidad. Y para comprobarlo basta con coger lápiz y papel y hacer unos simples cálculos. He mirado el recibo bimensual de mi casa, he hecho una estimación aproximada del número de trabajadores (¿?) que habitan el Congreso, he hecho una simple multiplicación y he llegado a las siguientes conclusiones:
1. Los señores diputados (y también las señoras) no vienen duchados de casa o del hotel, y aprovechan las largas horas de estancia en el Congreso para llevar a cabo sus tareas de aseo personal (los pobres no dan abasto).
2. ¿Y por qué no lavar la ropa también? Pues mira, mientras me pego una duchita o, mejor aún, un bañito, traigo mis trapitos y les doy un agua.
3. Por último, tengo la enorme sospecha de que existen piscinas privadas entre despacho y despacho, debido a lo estresante, intenso o aburrido que puede llegar a ser un debate sobre el estado de la nación (es que los otros debates no salen por televisión, o sea, que no son importantes y por eso muchas de sus señorías no aparecen esos días por el hemiciclo).
Los científicos, en su trabajo, siempre descartan las hipótesis menos probables y se quedan con la mejor; en este caso, las tres me parecen igual de válidas.
Ahora sí me cuadra lo de los 8 millones en agua.

viernes, 21 de septiembre de 2007

Recomendamos: "La vida de los otros"

Película alemana que consiguió el Oscar a la mejor película de habla no inglesa este año, ganando a Volver, de Almodóvar (según mi opinión, justamente). Una película de las que no se olvidan; redonda, perfecta. No es una exageración: perfecta. El guión, los actores, la historia... Con unos personajes deliciosos, verdaderos, humanos, tiernos... Una película como pocas.
Aún se puede ver en alguna sala de cine, pero si esta opción no es posible, habrá que estar atento a la programación de televisión o al vídeo-club de la esquina. No hay que perdérsela.

Escenas: Bailando

En el Retiro, en el Paseo de Coches. Con la carpa al fondo, la de la moda, la pasarela (Cibeles). Y él que baila. Le miro. Su cara (¿cuántos años?). Sus brazos y sus piernas, moviéndose sin ritmo, con la música de fondo; la música de la pantalla grande, que muestra a las modelos ya menos anoréxicas. Y él se ríe. Y miro su cara (¿cuántos años?). Su madre al lado, como cuidándole. Y él que baila, sin ritmo, como antes. Pienso, quizá 40 ó 50 (años), pero se mueve como un niño. Y se ríe también así; como un niño. Tiene síndrome de Down. Me voy y él sigue allí, con la pantalla grande y las modelos al ritmo, con sus zancadas, y él sin ritmo y con risa.

Recomendamos y Escenas

Como una cadena de televisión, que presenta la nueva temporada, queremos también nosostros presentar y estrenar dos nuevas secciones dentro de nuestro blog: Recomendamos y Escenas.
Nos gusta opinar y compartir buenos momentos, por eso queremos hacer nuestras propias recomendaciones: libros, cine, teatro, exposiciones o viajes.
Y escenas: de calle, de sueños, sensaciones...; como breves momentos literarios.
Esperamos que os gusten.

lunes, 3 de septiembre de 2007

De vuelta

De vuelta. De nuevo. La rutina.
Se acabaron. Ya no están. Las vacaciones.
Hoy he vuelto al trabajo. Como otros muchos. Y no ha sido tan malo. Compañeros nuevos, los de siempre, los que te caen bien, los que no, los que aprecias, los que te divierten. De todo un poco.
Pero en el camino al trabajo me he encontrado con una sorpresa, aunque siempre vaya uno preparado, porque siempre se vuelve con una sensación de duda, inseguridad e intranquilidad. ¿Estará todo igual? La parada del autobús, ¿la habrán cambiado? El tren, ¿tendrá el mismo horario? ¿Encontraré mis cosas donde las dejé? Y ésta ha sido la sorpresa:
Hoy he ido en tren, precisamente por mi duda con el autobús. En Atocha, hasta llegar a la zona de los andenes, hay un invernadero (muy bonito y agradable). Aparte de muchas plantas tropicales y gorriones volando entre esas hojas grandes y siempre verdes, hay un pequeño estanque con galápagos. A los turistas les gusta, siempre les hacen fotos. Y a los que no lo somos también. Hoy no los he visto. Dentro del pequeño estanque me he encontrado media avioneta semihundida en el agua, anunciando un nuevo programa de la Fox (cadena de televisión estadounidense). Me ha molestado y, en cierto modo, me ha alterado. No sé qué habrá pasado con los galápagos. Quizás estén intentando poner en marcha esa avioneta fea y grande para huir de esta locura que somos nosotros y que arrasamos con todo. Pero como hay gente para todo, hoy también había turistas haciendo fotografías (a la avioneta, por supuesto).
Feliz vuelta al trabajo.