De sueños (los que se cumplieron, los que aún guardamos y los que se fueron).
De expectativas (sobre uno mismo y sobre los otros).
Del miedo (a ser diferente, a cambiar de dirección).
De dejarse llevar (o no).
De elegir. De decidir. De tomar las riendas. De conocerse. De no traicionarse.
En definitiva, de la vida (la impuesta o la que elegimos).
(La última película de Sam Mendes no deja indiferente, aunque quizá pueda hacernos sentir un tanto incómodos y quizá, también, nos haga cuestionar eso: la vida, la nuestra; la de cada uno. Y además, con grandes actores.)
sábado, 7 de febrero de 2009
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1 comentario:
En ello estamos, y decir que Leonardo está tremendo y patético de momento... veremos cómo acaban, si en París (no lo creemos) o en Desillusion Road.
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