El eslogan del PP en la última campaña electoral ha sido "Súmate al cambio", sin embargo, es difícil creer en ese deseado cambio...
El nuevo ministro de economía, Luis de Guindos, fue nombrado presidente ejecutivo de Lehman Brothers para España y Portugal dos años antes de su caída. Apenas tres años después de esa quiebra, va a ser el encargado de "mejorar" nuestra dañada economía.
Como poco, resulta curioso que un antiguo directivo del banco que dio comienzo a la crisis mundial que estamos viviendo, como consecuencia de las famosas hipotecas basura de Estados Unidos, establezca las medidas que debemos tomar los españoles para salir de dicha crisis.
Lo siento, pero sólo puedo interpretarlo como otra muestra más de que ese cambio deseado por muchos aún no se hará realidad.
jueves, 22 de diciembre de 2011
jueves, 15 de diciembre de 2011
Las urnas como excusa
Personalmente me crispa bastante el comentario que algunos gobernantes están utilizando últimamente para justificar cualquier decisión tomada bajo su mandato. Me refiero a comentarios del tipo: las urnas nos amparan o la mayoría de los ciudadanos han demostrado en las urnas que apoyan nuestro proyecto. Pero, ¿realmente se trata de una mayoría?
En las últimas elecciones generales el PP obtuvo un porcentaje de votos del 44,62% (no es una mayoría, pero está próximo a ella). Sin embargo, ¿qué ocurriría con esos mismos datos si los consideráramos dentro de un contexto más próximo a la realidad?
Del total de la población con derecho a voto en España sólo un 72% ejerció dicho derecho. Por lo tanto, un 44% de un 72% equivale a un 31% del total, es decir, ni siquiera un tercio de la población con derecho a voto ha decidido apoyar al futuro gobierno del PP. ¿Es ésa la mayoría de la que tanto hablan y en base a la cual intentan justificar cualquier medida a tomar? ¿Qué ocurre entonces con ese 69% restante? ¿No será ésa la auténtica mayoría?
Como ciudadanos que formamos parte de esa inmensa mayoría, exijamos un mínimo de rigor y no nos dejemos engañar...
En las últimas elecciones generales el PP obtuvo un porcentaje de votos del 44,62% (no es una mayoría, pero está próximo a ella). Sin embargo, ¿qué ocurriría con esos mismos datos si los consideráramos dentro de un contexto más próximo a la realidad?
Del total de la población con derecho a voto en España sólo un 72% ejerció dicho derecho. Por lo tanto, un 44% de un 72% equivale a un 31% del total, es decir, ni siquiera un tercio de la población con derecho a voto ha decidido apoyar al futuro gobierno del PP. ¿Es ésa la mayoría de la que tanto hablan y en base a la cual intentan justificar cualquier medida a tomar? ¿Qué ocurre entonces con ese 69% restante? ¿No será ésa la auténtica mayoría?
Como ciudadanos que formamos parte de esa inmensa mayoría, exijamos un mínimo de rigor y no nos dejemos engañar...
jueves, 1 de diciembre de 2011
De nuevo, la ley electoral
Después de tanto tiempo sin escribir, no he podido evitar retomar el blog con un tema ya reiterado por mí (véase la entrada del 22 de marzo de 2008): la ley electoral.
Al analizar los resultados de estas últimas elecciones, me llaman la atención los siguientes datos:
¿Cómo es posible que el PP, con un aumento de voto correspondiente al 5% (el PP ha obtenido 542.390 votos más que en las pasadas elecciones), haya obtenido un 17% más de diputados (32 más que en las pasadas elecciones)? La respuesta está en la ley electoral.
¿Cómo es posible que UPyD, habiendo obtenido 3 veces más votos que Amaiur (1.138.935 votos de UPyD frente a los 333.628 de Amaiur), haya obtenido menos diputados (5 frente a 7)? La respuesta está en la ley electoral.
¿Cómo es posible que IU, habiendo obtenido 600.000 votos más que CiU, haya obtenido menos diputados (11 de IU frente a 16 de CiU)? La respuesta está en la ley electoral.
Últimamente, sobre todo gracias al movimiento 15-M, se habla de los motivos que llevaron en su día (hace ya más de 30 años) a crear esta ley electoral, pero quizá sea el momento de replantearse si esos motivos y no otros deberían ser los que se tendrían que tener en cuenta.
De momento, la iniciativa popular y la recogida de firmas es lo único que nos queda. Sigamos intentándolo: http://actuable.es/peticiones/reforma-la-ley-electoral-espanola-ciudadano-voto
Al analizar los resultados de estas últimas elecciones, me llaman la atención los siguientes datos:
¿Cómo es posible que el PP, con un aumento de voto correspondiente al 5% (el PP ha obtenido 542.390 votos más que en las pasadas elecciones), haya obtenido un 17% más de diputados (32 más que en las pasadas elecciones)? La respuesta está en la ley electoral.
¿Cómo es posible que UPyD, habiendo obtenido 3 veces más votos que Amaiur (1.138.935 votos de UPyD frente a los 333.628 de Amaiur), haya obtenido menos diputados (5 frente a 7)? La respuesta está en la ley electoral.
¿Cómo es posible que IU, habiendo obtenido 600.000 votos más que CiU, haya obtenido menos diputados (11 de IU frente a 16 de CiU)? La respuesta está en la ley electoral.
Últimamente, sobre todo gracias al movimiento 15-M, se habla de los motivos que llevaron en su día (hace ya más de 30 años) a crear esta ley electoral, pero quizá sea el momento de replantearse si esos motivos y no otros deberían ser los que se tendrían que tener en cuenta.
De momento, la iniciativa popular y la recogida de firmas es lo único que nos queda. Sigamos intentándolo: http://actuable.es/peticiones/reforma-la-ley-electoral-espanola-ciudadano-voto
martes, 17 de mayo de 2011
Islandia: la "revolución europea"
En Europa, esta crisis que estamos viviendo tuvo su punto de partida en un pequeño país que, hasta entonces, estaba considerado como uno de los más ricos del mundo: Islandia. Ocurrió hace más de 2 años (octubre de 2008). Aumento del desempleo, devaluación de la moneda nacional, bajada de salarios o subida de la inflación, fueron algunas de las consecuencias que tuvieron como origen unas operaciones bancarias claramente especulativas. Los 3 bancos islandeses más importantes, previamente privatizados en 1998, llevaron a la quiebra a todo un país. La intervención del FMI (Fondo Monetario Internacional) no se hizo esperar: oferta de un préstamo de 2.100 millones de dólares a cambio de nacionalizar la deuda adquirida por los bancos privados (medidas que recuerdan a casos más recientes: Grecia o Irlanda). Unos meses después (mayo de 2009), gran parte de la población islandesa sale a la calle y, mediante una protesta pacífica (las cacerolas fueron sus armas), se consigue la dimisión del gobierno y la paralización de las exigencias del FMI. En marzo de 2010 se organiza un referendum en el que se dice "no" a la socialización de la deuda, con un apoyo del 93% de los votantes. A partir de ese momento el Estado islandés nacionalizó de nuevo los bancos e hizo asumir parte de la deuda a los acreedores. Asimismo, organizó una profunda investigación sobre los responsables de las respectivas quiebras bancarias, arrestando a algunos de ellos y estableciendo órdenes de detención para los fugados.
Cuesta creer que uno de los países afectados por la crisis haya podido seguir un camino distinto al que se está siguiendo en el resto, pero más sorprendente resulta aún el hecho de que la lectura de esta información, es decir, de todo lo ocurrido después de la quiebra bancaria, sea imposible hacerla a través de los principales medios de comunicación españoles, ya sea prensa o cadenas de radio y televisión.
Basta con teclear "crisis Islandia" en Google y comprobar que las únicas entradas referentes a las medidas tomadas después de la crisis corresponden a diversos blogs o periódicos virtuales (por cierto, recomiendo la lectura del blog http://crisiscapitalista.blogspot.com/2011/01/islandia-crisis-y-revolucion.html, en el que el tema del que estamos hablando se trata de manera muy rigurosa y exhaustiva).
¿Quizá a los grandes grupos de comunicación tampoco les interesa que se extienda a nivel popular esta lectura alternativa que en Islandia se ha hecho de la crisis? ¿Quizá dichos grupos de comunicación reciben presiones para que dicha información no se extienda?
Sea lo que sea, creo que es importante que sepamos que en otro lugar de este mundo capitalista las cosas se han podido hacer de otra manera.
Cuesta creer que uno de los países afectados por la crisis haya podido seguir un camino distinto al que se está siguiendo en el resto, pero más sorprendente resulta aún el hecho de que la lectura de esta información, es decir, de todo lo ocurrido después de la quiebra bancaria, sea imposible hacerla a través de los principales medios de comunicación españoles, ya sea prensa o cadenas de radio y televisión.
Basta con teclear "crisis Islandia" en Google y comprobar que las únicas entradas referentes a las medidas tomadas después de la crisis corresponden a diversos blogs o periódicos virtuales (por cierto, recomiendo la lectura del blog http://crisiscapitalista.blogspot.com/2011/01/islandia-crisis-y-revolucion.html, en el que el tema del que estamos hablando se trata de manera muy rigurosa y exhaustiva).
¿Quizá a los grandes grupos de comunicación tampoco les interesa que se extienda a nivel popular esta lectura alternativa que en Islandia se ha hecho de la crisis? ¿Quizá dichos grupos de comunicación reciben presiones para que dicha información no se extienda?
Sea lo que sea, creo que es importante que sepamos que en otro lugar de este mundo capitalista las cosas se han podido hacer de otra manera.
miércoles, 16 de marzo de 2011
Sin reposo
Las noticias, al igual que el tiempo, vuelan.
Parece que se nos haya olvidado ya esa gran "revolución árabe" llevada a cabo en Túnez y Egipto. Incluso Libia ha pasado ya a un segundo plano (¿será por eso por lo que Gadafi está recuperando los territorios anteriormente perdidos?). La posible catástrofe nuclear (y no tanto la ocasionada por el tsunami) ocupan el tiempo de los debates y tertulias, y el espacio de periódicos y telediarios.
Parece que ya no nos acordamos de esa auditoría interna del FMI, según la cual no se previó la crisis económica que estamos viviendo, debido a presiones políticas y batallas internas (incluso Zapatero excusó a Rato, director gerente del FMI entre los años 2004 y 2007, de esa falta de previsión, alegando que le podía haber pasado a cualquiera).
Tampoco nos acordamos de esa nube de contaminación que invadió Madrid y Barcelona hace tan sólo un mes, contaminación que se fue gracias a la lluvia y el viento, ya que comentarios como los de Gallardón, alcalde de Madrid, acusando al gobierno de ser el responsable al favorecer fiscalmente a los vehículos diésel, o los de Ana Botella, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, diciendo que el paro asfixia más que la contaminación, no sirvieron de mucho para que esa nube que cegaba Madrid desapareciera poco a poco.
Incluso se ha dejado de hablar de los 110 km por hora, esa medida que se tomó bajo la excusa del ahorro energético (¿acaso sólo debemos acordarnos del ahorro en momentos de crisis? ¿no debería ser el ahorro energético uno de los prinicipios que debieran regir nuestras acciones de cada día?).
Supongo que como yo, muchos otros ciudadanos echan de menos un poco de reposo a la hora de asimilar y analizar determinadas noticias que nos rodean. Siento que se analiza a impulsos, como si estuviera relacionado con la moda: esto es lo que toca, esto es lo que se lleva, de esto es de lo que se habla; y mañana ya veremos...
Si afortunadamente no ocurre ninguna catástrofe nuclear en Japón, ¿cuántos días pasarán para que se deje de hablar de nuevo sobre la seguridad de la energía nuclear y, por supuesto, sobre su posible continuidad? ¿Cuánto tiempo tardará Angela Merkel en reabrir las centrales nucleares?
¿No deberíamos reflexionar con más reposo sobre aspectos tan importantes?
Parece que se nos haya olvidado ya esa gran "revolución árabe" llevada a cabo en Túnez y Egipto. Incluso Libia ha pasado ya a un segundo plano (¿será por eso por lo que Gadafi está recuperando los territorios anteriormente perdidos?). La posible catástrofe nuclear (y no tanto la ocasionada por el tsunami) ocupan el tiempo de los debates y tertulias, y el espacio de periódicos y telediarios.
Parece que ya no nos acordamos de esa auditoría interna del FMI, según la cual no se previó la crisis económica que estamos viviendo, debido a presiones políticas y batallas internas (incluso Zapatero excusó a Rato, director gerente del FMI entre los años 2004 y 2007, de esa falta de previsión, alegando que le podía haber pasado a cualquiera).
Tampoco nos acordamos de esa nube de contaminación que invadió Madrid y Barcelona hace tan sólo un mes, contaminación que se fue gracias a la lluvia y el viento, ya que comentarios como los de Gallardón, alcalde de Madrid, acusando al gobierno de ser el responsable al favorecer fiscalmente a los vehículos diésel, o los de Ana Botella, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid, diciendo que el paro asfixia más que la contaminación, no sirvieron de mucho para que esa nube que cegaba Madrid desapareciera poco a poco.
Incluso se ha dejado de hablar de los 110 km por hora, esa medida que se tomó bajo la excusa del ahorro energético (¿acaso sólo debemos acordarnos del ahorro en momentos de crisis? ¿no debería ser el ahorro energético uno de los prinicipios que debieran regir nuestras acciones de cada día?).
Supongo que como yo, muchos otros ciudadanos echan de menos un poco de reposo a la hora de asimilar y analizar determinadas noticias que nos rodean. Siento que se analiza a impulsos, como si estuviera relacionado con la moda: esto es lo que toca, esto es lo que se lleva, de esto es de lo que se habla; y mañana ya veremos...
Si afortunadamente no ocurre ninguna catástrofe nuclear en Japón, ¿cuántos días pasarán para que se deje de hablar de nuevo sobre la seguridad de la energía nuclear y, por supuesto, sobre su posible continuidad? ¿Cuánto tiempo tardará Angela Merkel en reabrir las centrales nucleares?
¿No deberíamos reflexionar con más reposo sobre aspectos tan importantes?
lunes, 7 de febrero de 2011
Los deberes bien hechos
El sábado 27 de Noviembre de 2010 el presidente del gobierno convocó a los 39 principales empresarios de este país; de esos 39 acudieron 37. Los empresarios convocados representan el 40% del PIB español y emplean a casi un millón de trabajadores (según los datos de la última encuesta de población activa, correspondiente al último trimestre de 2010, en España trabajan 18.408.200 personas, por lo que ese millón de empleos apenas representa un 5,4% del total). Dos meses después de esa reunión el gobierno presenta una reforma del sistema de pensiones.
De todos estos datos me llaman la atención tres números: 39, 40% y un millón (demasiadas pocas personas para tanto PIB y demasiados pocos empleos generados para tanto PIB). Sin embargo ese 40% es la clave, la llave que permite a estas 37 personas, que no han sido elegidas por ningún ciudadano y que por tanto no representan a ninguno de nosotros, no sólo reunirse con el presidente sino además exigirle reformas firmes e inmediatas en asuntos de interés general, como puede ser el sistema de pensiones (esta escena nos podría servir como ejemplo claro y sencillo de lo que es el capitalismo hoy en día).
A pesar de que se oigan voces (eso sí, escasas) críticas con la justificación dada por el gobierno para llevar a cabo dicha reforma (el desequilibrio demográfico ha sido la razón que se ha tomado como tal) y que dichas voces afirmen que la economía es la que realmente determina si el sistema es viable o no, Zapatero, como dijo Angela Merkel en su última visita a España, ha hecho los deberes y además los ha hecho bien, ya que ha conseguido que los bancos vean incrementados sus ingresos a través de los nuevos fondos de pensiones que se contratarán a partir de este momento; ha conseguido, de nuevo y en cuestión de ocho meses, reducir los derechos adquiridos durante años; y ha conseguido, por supuesto de manera momentánea, silenciar a los "mercados" y a estos 37 ciudadanos privilegiados de este país.
De todos estos datos me llaman la atención tres números: 39, 40% y un millón (demasiadas pocas personas para tanto PIB y demasiados pocos empleos generados para tanto PIB). Sin embargo ese 40% es la clave, la llave que permite a estas 37 personas, que no han sido elegidas por ningún ciudadano y que por tanto no representan a ninguno de nosotros, no sólo reunirse con el presidente sino además exigirle reformas firmes e inmediatas en asuntos de interés general, como puede ser el sistema de pensiones (esta escena nos podría servir como ejemplo claro y sencillo de lo que es el capitalismo hoy en día).
A pesar de que se oigan voces (eso sí, escasas) críticas con la justificación dada por el gobierno para llevar a cabo dicha reforma (el desequilibrio demográfico ha sido la razón que se ha tomado como tal) y que dichas voces afirmen que la economía es la que realmente determina si el sistema es viable o no, Zapatero, como dijo Angela Merkel en su última visita a España, ha hecho los deberes y además los ha hecho bien, ya que ha conseguido que los bancos vean incrementados sus ingresos a través de los nuevos fondos de pensiones que se contratarán a partir de este momento; ha conseguido, de nuevo y en cuestión de ocho meses, reducir los derechos adquiridos durante años; y ha conseguido, por supuesto de manera momentánea, silenciar a los "mercados" y a estos 37 ciudadanos privilegiados de este país.
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