El centralismo en Francia tiene una envergadura mucho mayor que el que se dice que existe en España, ya que asociar Francia a París de manera unívoca es de lo más habitual. No sólo es una opinión personal; he conocido a varios franceses (no parisinos, por supuesto) que se quejan del escaso reclamo turístico que existe por parte de otras ciudades francesas.
Este verano he descubierto Burdeos, y ha sido un descubrimiento en sentido literal. El único referente que tenía de esta ciudad era que había sido el escenario de la muerte de Goya (recordaba la película "Goya en Burdeos" y el cuadro "La lechera de Burdeos"; nada más). Y entonces me encuentro con una ciudad que celebra su reciente nombramiento como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco; una ciudad con un casco antiguo que no se reduce a unas pocas calles; una ciudad con un paseo junto al caudaloso río Garona que no recuerda en nada al del Sena, en París (no es tan romántico ni parece estar todo tan en su sitio, pero parece ser más auténtico; más de verdad); y sobre todo una ciudad con un equilibrio pocas veces conseguido: una tranquilidad que emana de la existencia de un número muy elevado de calles peatonales y donde la bicicleta se impone como medio de transporte, pero donde el bullicio y la vida en la calle recuerda en cierto modo a lo que tenemos en España.
Como me pasó a mí, supongo que muchos de vosotros primero tendréis que coger un mapa y localizar esta ciudad medio desconocida. Una vez que la situéis, os merecerá la pena dar un paseo por ella. Seguro que no defrauda.
domingo, 30 de septiembre de 2007
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