Los empresarios del sector inmobiliario han pedido que la bajada de precios de las viviendas se considere como una cuestión de estado, ya que está provocando, y puede provocar aún más, pérdidas económicas importantes dentro de ese sector.
Teniendo en cuenta que, tanto el anterior presidente del gobierno como el actual han presumido públicamente de la excelente salud de la economía española y han ensalzado el espectacular crecimiento de España (no hacía falta ser un experto en análisis económico para darse cuenta de que ese crecimiento se debía, en su mayor parte, al boom de la construcción), no es de extrañar que ahora, cuando comienzan las vacas flacas, esos mismos empresarios que han levantado la economía hasta niveles tan elevados se quejen de la falta de respaldo por parte de esos políticos que tantos beneficios han obtenido a su costa.
Es perfectamente comprensible, aunque, evidentemente, no lo comparto.
viernes, 19 de octubre de 2007
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