Los copos de nieve: blancos. Como ridiculizando todo: las bombas, las minas, los pozos de petróleo, los muertos, el ejército de Bush, el recuerdo de Sadam... Como diciendo: ¿pero qué hacéis? Como pidiendo un minuto de respiro: para mirar el cielo, para pensar, quizá para rezar. Y desear. Como cubriendo la mierda, la miseria, la sangre, el horror, el terror. La muerte. Como diciendo: ¡Ya basta!
(Ayer en Irak la noticia fue otra: después de muchos años, tantos que los mayores apenas lo recordaban, nevó en Irak. De nuevo. Como si de un manto de esperanza se tratara. Un manto que lo cubriera todo, que lo limpiara todo...)
sábado, 12 de enero de 2008
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