Tomar decisiones no es fácil, y más cuando van a afectar a tu persona. Tomar decisiones es lo que nos hace ser personas, tener miedo a tomar decisiones es tener miedo a ser personas.
Lo que está claro es que es difícil ser nosotros mismos y, sobre todo, llegar alguna vez a serlo plenamente. Dice un dicho japonés, con palabras parecidas, que antes de cambiar el mundo, te des una vuelta por tu jardín.
Normalmente "nos llevamos" a duras penas, asumiendo que la vida es una putada, que no se puede hacer nada; claro está que hay circunstancias muy duras que no dejan elección, no hablo de eso. Hablo de lo que tienes a tu alrededor ahora mismo, de ti y de mí, de tus amigos y familiares.
No hablo de decisiones que atañen a la supervivencia más básica, hablo de decisiones encaminadas a encontrar lo que cada uno es y encajar mejor en el mundo que nos toca vivir. Por ejemplo: decisiones que se refieren al trabajo, al desarrollo personal, a las prioridades en nuestra vida.
A veces nos empeñamos en hacernos pequeños, en ser conducidos por las decisiones de otros, que suelen referirse a lo que es más conveniente según determinados patrones y clichés, olvidando casi siempre lo que somos, nuestros gustos y nuestra forma de entender la vida.
Otras veces queremos ser observadores pasivos de nuestra vida, no enfangarnos, coger carrerilla y a todo galope precipitarnos a la muerte sin pasar antes por la vida. La muerte, eso sí que es una putada sin remedio.
Pues bien, tengo un buen amigo que está haciendo un esfuerzo por dejar limpio “su jardín”, que se ha planteado que las cosas pueden ser de otra manera y que, como decía otro filósofo, de cuyo nombre no quiero acordarme, el camino más largo es el que lleva a uno mismo. Nadie lo ha elegido nunca, no está transitado por nadie, hay que buscarlo y tomarlo, descubrirlo.
Bravo por ese amigo y por otras personas que ya comenzaron a desbrozar a machetazos las malas hierbas de su camino.
miércoles, 25 de abril de 2007
martes, 24 de abril de 2007
La primavera ha llegado...
Tirantes, faldas, bermudas y sandalias.
Hombros, escotes, rodillas y tobillos.
Hojas, brotes, flores y olores.
Caricias, besos, sonrisas y deseos.
Risas, llantos, gritos y suspiros.
Brisa, luz, sol y azul.
Cervezas, terrazas, helados y limones.
Hombros, escotes, rodillas y tobillos.
Hojas, brotes, flores y olores.
Caricias, besos, sonrisas y deseos.
Risas, llantos, gritos y suspiros.
Brisa, luz, sol y azul.
Cervezas, terrazas, helados y limones.
viernes, 20 de abril de 2007
Horario infantil
El domingo 15 de Abril se programó a las 10 de la noche en TVE1 la película "Harry Potter y el prisionero de Azkaban". Aunque esta película nos pueda gustar a muchos adultos, también le gusta a muchos niños y por ello considero que no es el horario más adecuado.
Hace ya unos meses se habló durante unas pocas semanas sobre la conveniencia de regular la programación destinada al público infantil. Supongo que esas conversaciones se quedaron en meras palabras, buenas intenciones y mejores propósitos; pero en nada más.
Éste es un mero ejemplo de lo cabal que puede llegar a ser la programación de una cadena de televisión, que, para más inri, corresponde a la de una cadena pública. Lo considero un claro despropósito.
Hace ya unos meses se habló durante unas pocas semanas sobre la conveniencia de regular la programación destinada al público infantil. Supongo que esas conversaciones se quedaron en meras palabras, buenas intenciones y mejores propósitos; pero en nada más.
Éste es un mero ejemplo de lo cabal que puede llegar a ser la programación de una cadena de televisión, que, para más inri, corresponde a la de una cadena pública. Lo considero un claro despropósito.
jueves, 12 de abril de 2007
Información objetiva
El día 10 de Abril los médicos y administrativos de atención primaria fueron convocados a una huelga en varias Comunidades Autónomas. Los datos de participación en la Comunidad de Madrid según las dos fuentes informadoras fueron los siguientes: según la Consejería de Sanidad hubo una participación del 5%; según la plataforma que convocó la huelga, esta participación fue del 80%.
Parece ser que nos hemos acostumbrado a recibir y escuchar como algo normal e inevitable este baile de cifras cada vez más surrealista. En muchos casos la información que recibimos pertenece al terreno subjetivo, habiendo pasado previamente por un proceso de análisis personal y partidista, pero esa interpretación debe partir en muchos casos, y éste es uno de ellos, de unos datos objetivos, reales y fidedignos. No podemos permitir el hecho de no disponer de esa cifra real, en primer lugar por respeto a todo aquél que recibe esa información, y en segundo lugar por respeto a aquellas personas que han secundado o no la huelga; estas personas tienen derecho a que se les considere, tanto en un caso como en otro.
Echo de menos oír más gritos de propesta ante esta situación, que se repite cada vez que un colectivo lleva a cabo su derecho a huelga, sobre todo teniendo en cuenta que obtener este dato es fácilmente asequible. Y sería entonces, a partir de la obtención de esa cifra, cuando entraríamos en el terreno subjetivo; en el terreno de las interpretaciones, que entonces ya serían totalmente válidas.
Parece ser que nos hemos acostumbrado a recibir y escuchar como algo normal e inevitable este baile de cifras cada vez más surrealista. En muchos casos la información que recibimos pertenece al terreno subjetivo, habiendo pasado previamente por un proceso de análisis personal y partidista, pero esa interpretación debe partir en muchos casos, y éste es uno de ellos, de unos datos objetivos, reales y fidedignos. No podemos permitir el hecho de no disponer de esa cifra real, en primer lugar por respeto a todo aquél que recibe esa información, y en segundo lugar por respeto a aquellas personas que han secundado o no la huelga; estas personas tienen derecho a que se les considere, tanto en un caso como en otro.
Echo de menos oír más gritos de propesta ante esta situación, que se repite cada vez que un colectivo lleva a cabo su derecho a huelga, sobre todo teniendo en cuenta que obtener este dato es fácilmente asequible. Y sería entonces, a partir de la obtención de esa cifra, cuando entraríamos en el terreno subjetivo; en el terreno de las interpretaciones, que entonces ya serían totalmente válidas.
El mundo al revés
Leo en el periódico: "Funcionarios del Reino Unido verán reducido su sueldo para equipararse al de las funcionarias."
Es curiosa esta teoría de igualar para empeorar. ¿Por qué igualar para mejorar?
Es curiosa esta teoría de igualar para empeorar. ¿Por qué igualar para mejorar?
¿Dónde está el racismo?
ESCENARIO: El interior del vagón de una línea de Metro.
PROTAGONISTAS: Una mujer española. Una mujer sudamericana con rasgos indígenas. Un bebé en brazos de la mujer extranjera e inmigrante.
ARGUMENTO: La mujer española mira de reojo y con desprecio a la mujer extranjera, la mujer inmigrante, la mujer que viene a España a quitarle el trabajo, pero que a la vez cuida de sus hijos y le limpia su casa; la mujer que huele mal, que es bajita, fea y maleducada. La mujer española no mira de reojo al bebé; le mira con los ojos grandes, de frente y con una sonrisa también grande. Y se atreve a tocarle y a hacerle caricias, y a decirle ajjoo... Y a ser simpática. La mujer española llega a su estación y se despide del bebé, olvidándose de que es hijo de la mujer extranjera e inmigrante; se despide como si el color de la piel, la pobreza o la diferencia no existieran en los niños o en los bebés; se despide como olvidándose de que esa mujer extranjera e inmigrante hace unos años también fue niña, una niña a la que hubiera sonreído y acariciado sin pensarlo.
PROTAGONISTAS: Una mujer española. Una mujer sudamericana con rasgos indígenas. Un bebé en brazos de la mujer extranjera e inmigrante.
ARGUMENTO: La mujer española mira de reojo y con desprecio a la mujer extranjera, la mujer inmigrante, la mujer que viene a España a quitarle el trabajo, pero que a la vez cuida de sus hijos y le limpia su casa; la mujer que huele mal, que es bajita, fea y maleducada. La mujer española no mira de reojo al bebé; le mira con los ojos grandes, de frente y con una sonrisa también grande. Y se atreve a tocarle y a hacerle caricias, y a decirle ajjoo... Y a ser simpática. La mujer española llega a su estación y se despide del bebé, olvidándose de que es hijo de la mujer extranjera e inmigrante; se despide como si el color de la piel, la pobreza o la diferencia no existieran en los niños o en los bebés; se despide como olvidándose de que esa mujer extranjera e inmigrante hace unos años también fue niña, una niña a la que hubiera sonreído y acariciado sin pensarlo.
Como Marys Poppins
Día de lluvia en Madrid. Detrás de la Gran Vía, en la calle Desengaño, como muñecas en fila, esperando, una tras otra y con el paraguas en la mano, pegadas a la pared. Hombro con hombro. Codo con codo. Esperando. Ellas, las mujeres del amor, del sexo. Las mujeres olvidadas, insultadas. Ellas. Como Mary Poppins, mirando al cielo, esperando que el viento del oeste las eleve por los aires para reírse desde arriba. Para mirarnos como las miramos nosotros, por encima del hombro.
Todas en fila. Con su paraguas en la mano...
Todas en fila. Con su paraguas en la mano...
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