Dunas de cenizas: ocres, verdes, llenas de óxido... Bloques de rocas volcánicas salteadas, como jardines zen, y pequeños matorrales de hojas verdes. Los líquenes cubren las lavas cordadas, el "mar de lava". Y entre esas paredes, parece como si uno se hundiera en la tierra.
1 comentario:
nos gustan (las escenas), ya visualmente: Japón en la Luna de camino a un infierno apagado.
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