viernes, 28 de diciembre de 2007

Escenas: De dolor

Ella. Con la voz quebrada y las lágrimas secas. Con una pena profunda, que sale de las entrañas y que parece que se palpa, e incluso que se huele. Ella. Con silencios que duelen y que arañan. Sin saber qué decir. Una pena de verdad, enquistada, infectada. Que se agarra a lo más hondo. De ella. Ese dolor que pocas veces conocemos. Que nos transforma en estatuas vivientes y que tan sólo nos deja respirar...

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